Notas:

10.12.09

EL LEHENDAKARI AGUIRRE VISITA A HITLER

El nacionalismo vasco afirma que siempre ha favorecido las libertades y los ideales democráticos. Sin embargo, en plena II Guerra Mundial, el "lehendakari" Aguirre VIAJÓ A BERLIN, donde pasó cuatro meses tratando de buscar la forma de negociar un "PROTECTORADO " vasco dentro de la futura Europa nazi que se da por segura en todas las cancillerías europeas.

El Euskadi Buru Batzar realizó un informe de respuesta a las propuestas nazis sobre la "cuestión vasca", donde se revela la idea del PNV de que se cree una especie de "islote" independiente en el Pirineo.


El texto dice: "Creemos en el talento político del Führer, en su sagacidad, en su alto espíritu de comprensión y esperamos que en el nuevo orden a establecer en Europa y particularmente en España, el problema vasco será tenido en cuenta:

1. Porque a Alemania le interesa la pacificación de España y no puede escapar a su recto sentido que no hay pacificación posible sin una solución favorable a los vascos.

2. Porque el problema vasco está íntimamente ligado al problema racial alemán y por lo tanto es lógico y natural esperar que el Führer lo acoja y lo resuelva con la mayor simpatía.

3. Porque nos damos perfecta cuenta de que las simpatías de Alemania en España están en decadencia, y por lo tanto es de extrema importancia para el Führer recoger y captar nuevas simpatías si no quiere perder toda su influencia en España
".

"Hago el viaje con tres oficiales alemanes que venían de París. Amables y correctos. Llego a Colonia después de pasar la frontera a las dos y media. Tomo de milagro el tren a Hamburgo y dejo olvidada mi gabardina con la precipitación. En la frontera, concesión y facilidad. Viajo hasta Hamburgo con un simpático oficial de la Marina condecorado con las cruces de guerra. Sabe francés y me viene muy bien de intérprete. Llego a Hamburgo a las nueve cincuenta".

De esta manera tan gráfica relata el lehendakari provisional vasco, José Antonio Aguirre, su entrada en Alemania, el corazón del imperio nazi.

Viaja solo en un tren, rodeado de simpáticos y amables oficiales nazis, sin ningún control de pasaportes, sin lentos ni molestos registros de las SS, la temida policía política y racial que dirige Heinrich Himmler, sin preguntas ni interrogatorios incómodos, sin la más mínima molestia.

El país más vigilado y seguro del mundo abre las puertas al lehendakari vasco.

De aquí

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