No creo en los políticos ni en sus realidades paralelas e imaginarias. No creo en sus rituales, en sus instituciones, en sus ideologías sean liberales, demócratas, autoritarias, socialdemócratas o libertarias. No creo en lo que predican ni en sus sermones ni en sus acciones y omisiones. Tampoco en sus elecciones No creo en lo que hacen ni en cómo lo hacen, ni en sus pantomimas, en su teatro, en su comedia, en sus farsas y mentiras. Soy ateo por lo civil y pongo en el mismo saco a Mao, Stalin, Hitler, ZP o a Rariano. Todos hacen lo mismo con la misma o parecida intensidad y justificación, "nuestro bien": unos exterminando a millones de personas, otros arruinando la vida y la hacienda de los españoles y otros vendiendo España por parcelas, todo por "nuestro bien".
Pero a mi no me engañan porque soy ateto por lo civil y eso me autoriza a decir que todos los políticos son iguales porque igual es la condición humana.
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