NOMINES AUT LIBERA AUT SERVI SUNT

No recuerdo si ya os he comentado alguna vez que tengo un esclavo.

Sí, sí, habeis leido bien, un esclavo. A unos les da por tener un perro, un gato o un loro, pero yo he comprobado que un esclavo es mucho más útil y practico.

A él le encomiendo todo el trabajo duro, tedioso y complicado. No estoy obligado por ley a pagarle un salario y menos un seguro. Solamente con un mendrugo de pan y algo de agua va tirando. No se le puede considerar como una persona, porque no lo es, sino como algo que forma parte de mi patrimonio, de mis cosas. Lo adquirí hace ya unos cuantos años en una subasta a un buen precio y si quereis que os diga la verdad más por lástima que por lo útil que me pudiese resultar. Pero ahora que ya han transcurrido unos años me doy cuenta que ha sido una buena decisión.

Mi esclavo no sirve para otra cosa mas que para trabajar. En cierta ocasión me pidio con gestos que lo liberase para que pudiera adquirir la condición de liberto y ciudadano español. Le respondí que de liberarlo nada de nada ya que no tenía mérito ni cualidad suficiente para tal privilegio. Desde entonces no ha vuelto a pedir nada. Incluso me da la sensación que trabaja más. Aunque está en edad de reproducir aun no le he dejado aparearse con ninguna esclava pero no creo que me demore mucho en permitírselo sobre todo de cara al futuro, para que el día que yo me muera queden mis posesiones bien atendidas con unos cuantos esclavos más. ¡ No sabeis lo que me luce la propiedad cuando vienen mis amigos a visitarme y les muestro al esclavo, todos se mueren de envidia !

Algunas veces cuando estoy viendolo trabajar parece gruñir, es como si estuviese murmurando algo entre dientes o quejandose por algún disgusto. No sé lo que dice porque no tiene el don de la palabra.

En fin, no sé qué más contaros sobre él, solamente decir que os compreis un esclavo, porque es la mejor inversión que podeis hacer en vuestras vidas.

Nomines aut libera aut serví sunt.