Si pillan a un cura abusando sexualmente de un menor entonces la solución pasa por matar al cura, quemar las iglesias y prohibir el catolicismo. Por ahí van las cosas hoy.
Entonces esa misma lógica nos permite afirmar que si un embajador es detenido en Filipinas tras ser descubierto con tres niños en su apartamento, la solución también sería matar al embajador, quemar las embajadas y prohibir el estado.
Si el sujeto pederasta es el camarero del bar de la esquina y es cogido "in fraganti" abusando de un niño, no cabría otra solución que matar al camarero, quemar los bares y prohibir el alcohól.
El caso de los arquitectos es parecido: matamos al arquitecto, quemamos los edificios y prohibimos la enseñanza de la arquitectura en las universidades.
Y para los enfermeros violadores de menores más de lo mismo: matamos al enfermero, quemamos el hospital y prohibimos la medicina.
Pues es bien fácil de solucionar. Es que en principio me dió la impresión de que esta clase de medidas solamente se podía aplicar a los curas, pero veo que sirve para todas las profesiones.
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