Hay ocasiones que la simpleza y memez de la mayoría de los tiralevitas de F.G.Lorca adquiere un nivel enfermizo y paranoico. Es el caso de la editorial Anaya que ha retirado un libro para niños de 6 años por omitir el fusilamiento de Lorca.
Para muchos de estos catetos Lorca es un gurú, un guía espiritual, un sancta sanctorum, no porque lo consideren mejor o peor poeta, no porque hayan leido o dejado de leer sus obras, o las de otros, no porque les guste la poesía, sino simple y puramente porque Lorca fue pasado por las armas en la guerra civil y en unas circunstancias no demasiado claras, y ese hecho junto a su condición de maricón, les sirve de coartada perfecta y de estratagema para sus aspiraciones políticas. Lo que las urnas no les dan, se lo piden a San Lorca. Todo les vale y hasta son capaces de inocular su odio, su revanchismo y su rencor adoctrinando a niños de 6 años para regresar en el tiempo al año 1936 y ver si así pueden ganar, por fin, la guerra civil.
A estos necios jamás les oireis hablar de poesía ni de otros poetas que no sean Lorca. Es la crudeza de la socialdemocracia.
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