Muchos creen que cambiando el nombre a las cosas ya dejan de ser lo que son y se convierten en otra cosa diferente. Así, a la muerte de una mujer a manos de un hombre siempre se le ha llamado aquí y en la Conchinchina asesinato, crimen, homicidio, pero como ahora la mierda progresista lo invade todo han tenido la ocurrencia de convertir el asesinato, el crimen y el homicidio de una mujer en un caso de "violencia de género" para que no parezca lo que es y siempre ha sido.
La perversión del lenguaje.
También se ha puesto de moda en los últimos tiempos cambiar el nombre a los partidos políticos. Lo que antes se conocía como antisistemas, comunistas, terroristas, socialistas, populares, ultras, etc., ahora se le llama "Podemos" y similares. Diferente nombre con las mismas maneras, las mismas personas.
Es la crisis que padecemos. No es la economía, imbéciles, son las personas.
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