Notas:

16.3.15

CAOS, CONFUSIÓN, TINIEBLA Y OSCURIDAD

Esa vieja teoría anarquista de que la sociedad puede organizarse por sí misma sin la intervención del Estado ya es una realidad, lo que ocurre es que ni los propios anarquistas ni el Estado actual se han enterado. Ni Dios ni amo, esa es la clave del anarquismo. Y así nos va.

Vivir haciendonos los tontos, como si Dios no existiera y creyéndonos el centro del universo, es el primer error. No existe moral ni conciencia, todos somos güenos y guays, y el bien y el mal son lo que cada uno decida, (cosa de los curas) porque todo se relativiza. Aquí vale cualquier cosa hasta llegar al absurdo actual de valorar más la vida de un perro, un gato, o cualquier otra bestia "porque son como de la familia" pero se justifica legalmente, de forma muy jurídica, muy técnica, muy profesional, eso sí. vía decreto ley, el aborto de un ser humano o  la eutania, por aquello de "morir dignamente". Es igual matar que no matar, robar o no robar, violar o no violar. Todo eso da lo mismo, porque todo es relativo y todo se puede justificar. ¿Hay mayor despropósito que ésto? Creo que no.

El Estado está pero no se le ve, se ha convertido en una mafia, una casta incapaz de adoptar decisiones y teledirigida por un pequeño grupo de mafiosos a los que nadie conoce ni ha elegido. El Estado está para que paguemos impuestos y 4 chupatintas sigan jodiendonos la vida con sus elecciones y su puta democracia, no está para todo lo demás. Ni está para poner recursos para la educación de nuestros hijos, ni está para curarnos de nuestras enfermedades en los hospitales, no está para protegernos, con la policía, de los malos, tampoco aparece el estado para tutelar la propiedad privada de las personas, cualquier pelamantecas puede entrar en tu domicilio y ponerte de patitas en la calle sin que ninguna institución del estado tome cartas en el asunto de forma inmediata, porque primero te exigen a tí que demuestres que vivías allí. Es la burocracia propia del momento. Por no haber ya ni tenemos ejército. No hay ley ni autoridad y se trata con más cariño a cualquier etarra que ha matado a 20 ó 30 personas que a quien no ha hecho ningún mal. Todas las generaciones que nos han precedido han podido planificar o aspirar en algún momento de sus vidas, a un futuro mejor, más digno, para ellos y para sus hijos. Hoy todo es caos, confusión, tinieblas y oscuridad.

Esto es el anarquismo, la ley de la selva, con el que algunos sueñan, pero la sociedad sigue sin organizarse ni para bien ni para mal.


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