Notas:

13.4.15

TODO ESO LO ALABAN LOS NECIOS

Efectivamente, se piensa que la avaricia, la ambición, la lujuria y otros mil pasatiempos más son cosas inocentes mientras no sirvan de pretexto para cometer algún delito o un crimen prohibido por las leyes humanas. Es más, cuando alguien soportó grandes trabajos y dolores, sin cometer fraude, para adquirir o aumentar su dinero, para alcanzar o mantener sus honores, o para luchar en la palestra o cazar, o para exhibir algo plausible en el teatro, no parece una nonada dejar sin reprensión esa vanidad popular, sino que es exaltada con las mayores alabanzas, como está escrito: porque se alaba al pecador en los apetitos de su alma. Pues la fuerza de los deseos lleva a tolerar trabajos y dolores, y nadie acepta espontáneamente lo que causa dolor, sino por aquello que causa placer. Mas, como digo, se juzgan lícitas y permitidas por las leyes, esas apetencias por las que soportan, con la mayor paciencia, trabajos y asperezas, los que inflamados por ellas tratan de satisfacerlas.

San Agustín
La paciencia
Capítulo IV

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