Los griegos han estado robando, saqueando y esquilmando el dinero ajeno en los últimos treinta o cuarenta últimos años. En el aquelarre han participado todos y cada uno de los griegos, desde el más humilde al más acaudalado. Todos sacando tajada del estado mediante el engaño, el fraude, la mentira, la evasión, la falsificación y fingiendo lo que no eran ni son, así año tras año. Todos y cada uno de los griegos son culpables en primera persona de su codicia, de su avaricia, de su ambición ilimitada. Creían que podrían librarse de purgar sus penas eligiendo a un gobierno de indeseables comunistas que les permitiesen vivir así a lo grande otros 40 años y se han encontrado con la horma de su zapato. Lo que mal empieza, mal acaba.
Que paguen y purguen por todas sus vilezas, por todo cuanto han hecho mal, que nosotros bastante penitencia tenemos aquí con lo que nos toca soportar.
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