No tengo nada personal contra los políticos y los gitanos, pero cuanto más lejos se encuentren de donde yo estoy, mejor. Evito el trato y los negocios con ellos.
Los políticos pervierten y ensucian nuestra vida y hacienda con la excusa de la democracia, y las elecciones, sino votas, dicen, eres un "fuera de la ley", un peligroso sospechoso, como si esto de pagar impuestos fuese algo que sólo ocurre en la democracia o el ejercicio del derecho a la queja solamente se puede ejercer si has ido a votar. Qué troleros.
Los gitanos son el complemente perfecto de los políticos. Unos y otros campan a sus anchas viviendo de nuestro trabajo.
Lejos, lejos los quiero de donde yo estoy.
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