La disidente cubana Martha Beatriz Roque recibe una paliza en su casa de La Habana por miembros del régimen
La información que recoge El Nuevo Herald de Miami muestra la gravedad de los hechos en palabras de la propia Martha Beatriz Roque después de los incidentes. ''¿Hasta dónde ha llegado nuestro país, hasta dónde vamos a llegar si prosigue esta escalada de terror que es capaz de invadir tu propia casa?'', dijo Roque al periódico este martes.
Los sucesos acaecieron cuando un grupo de castristas se apostó a la salida de la casa de Martha Beatriz Roque desde la mañana de este martes, día en que al mediodía Roque se disponía a asisitir a una conferencia del politólogo chileno Pedro Isbern –presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina CADAL– en la residencia de Michael Parmly, jefe de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana.
''Mi sobrina vino a buscarme a las 5:45 (p.m.) y no la dejaron entrar'', prosiguió la disidente en el relato que hace de los hechos. “Entonces decidí que iba a salir, en nombre de los presos políticos y la libertad que quiero para el pueblo cubano”, decía entre sollozos Roque contando lo ocurrido en la barriada habanera de Santos Suárez al periódico de Florida. "Entonces decidí que iba a salir, en nombre de los presos políticos y la libertad que quiero para el pueblo cubano''.
De acuerdo con el relato que publica el Nuevo Herald de Miami, el grupo se le abalanzó, la lanzaron al piso tirándole de la saya y la patearon en el abdomen. Cuando ella trató de retornar a la vivienda, una mujer –identificada como Martha María Sánchez Vázquez– la abofeteó y un hombre corpulento la amenazó con golpearla si volvía a pronunciarse contra el "gobernante" Fidel Castro. “Ya estaba dentro de mi casa cuando grité `¡Abajo Fidel!' y el hombre entró y me dio un fuerte puñetazo entre el oído y el ojo”, precisó Roque.
La disidente, de 61 años, se encuentra muy afectada. ''Estoy tirada en una cama, con la presión arterial a mil, un ojo golpeado, los brazos amoratados y otros golpes por pateaduras en el estómago, pero no voy a amilanarme ante estas turbas fascistas, que son la mano represiva del gobierno'', contó Roque.
LIBERTAD DIGITAL
La información que recoge El Nuevo Herald de Miami muestra la gravedad de los hechos en palabras de la propia Martha Beatriz Roque después de los incidentes. ''¿Hasta dónde ha llegado nuestro país, hasta dónde vamos a llegar si prosigue esta escalada de terror que es capaz de invadir tu propia casa?'', dijo Roque al periódico este martes.
Los sucesos acaecieron cuando un grupo de castristas se apostó a la salida de la casa de Martha Beatriz Roque desde la mañana de este martes, día en que al mediodía Roque se disponía a asisitir a una conferencia del politólogo chileno Pedro Isbern –presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina CADAL– en la residencia de Michael Parmly, jefe de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana.
''Mi sobrina vino a buscarme a las 5:45 (p.m.) y no la dejaron entrar'', prosiguió la disidente en el relato que hace de los hechos. “Entonces decidí que iba a salir, en nombre de los presos políticos y la libertad que quiero para el pueblo cubano”, decía entre sollozos Roque contando lo ocurrido en la barriada habanera de Santos Suárez al periódico de Florida. "Entonces decidí que iba a salir, en nombre de los presos políticos y la libertad que quiero para el pueblo cubano''.
De acuerdo con el relato que publica el Nuevo Herald de Miami, el grupo se le abalanzó, la lanzaron al piso tirándole de la saya y la patearon en el abdomen. Cuando ella trató de retornar a la vivienda, una mujer –identificada como Martha María Sánchez Vázquez– la abofeteó y un hombre corpulento la amenazó con golpearla si volvía a pronunciarse contra el "gobernante" Fidel Castro. “Ya estaba dentro de mi casa cuando grité `¡Abajo Fidel!' y el hombre entró y me dio un fuerte puñetazo entre el oído y el ojo”, precisó Roque.
La disidente, de 61 años, se encuentra muy afectada. ''Estoy tirada en una cama, con la presión arterial a mil, un ojo golpeado, los brazos amoratados y otros golpes por pateaduras en el estómago, pero no voy a amilanarme ante estas turbas fascistas, que son la mano represiva del gobierno'', contó Roque.
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