Si un simple adolescente de apenas 20 años es capaz de infiltrarse en un partido como el pp que tanto presume de que son cientos de millones de afiliados (aunque siempre salen los mismos), de que tienen mayoría mayoritaria en todas partes (de la que no saben hacer uso) y otras brabuconadas por el estilo, esto nos da la medida de en qué manos estamos, quiénes nos (des) gobiernan y qué seguridad tenemos sobre nuestras vidas y haciendas.
Nicolás ha estado chuleando al pp no sé cuantos años, apareciendo en toda clase de actos oficiales y del partido y absolutamente nadie del pp, del gobierno, ni de ninguna otra institución habían caido en la cuenta de que estaban tratando con un impostor, un farsante, un pícaro. Si ahora se ha descubierto el pastel no es porque de repente Rariano y sus palmeros arriolanos o gayardonianos, o el mismísimo cni se hayan percatado de lo que estaba ocurriendo. Nada de eso, son demasiado inútiles para tan compleja tarea. Aquí como en otros casos ha sido un error de cálculo del propio caco que lo ha dejado al descubierto.
Que tenemos un país podrído no hay duda, aunque la podredumbre de hoy no es nada con lo que nos está esperando.
A poco que tiremos del hilo, progresamos adecuadamente camino del infierno.
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