El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio universal; pero
desde el diluvio se nos han embutido las fibras y los jugos pestilentes
de la carne animal… Jesucristo que apareció cuando se cumplió el tiempo,
volvió a unir el final con el principio, de manera que ya no nos está
permitido comer más carne (...) Y por eso os digo, si queréis ser
perfectos, entonces es conveniente no comer carne. (Adversus Jovinianum 1,18 y 2,6)
San Jerónimo, allá por el siglo IV o V d.c.
Ahora lo llaman "vegetarianismo" que es más chic y además no produce colesterol, pero siempre por lo civil y sin hacer referencia a nuestras raíces cristianas, no nos sienten mal las verduritas .
Que todo está inventado, todo está dicho, todo está hecho..., imbéciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario