EUROPA TIENE UN PROBLEMA

El atentado en Gran Bretaña ha destapado un problema que viene larvándose desde hace unos cuantos años en Europa y que no es otro que el del terrorismo islámico.

Este terrorismo compuesto por elementos nacidos, criados y educados en cualquier país europeo y pertenecientes a la élite de la clase social adinerada y acaudalada, si bien de familias con origen en paises islamistas, es el que está minando y socavando a viejo continente.

Europa, o mejor dicho, los dirigentes políticos de los países europeos, no saben como atajar y poner freno a este nuevo fenómeno que a medio plazo va suponer, la desaparición de nuestro continente y la instauración de las ya conocidas dictaduras religiosas islámicas.

Hasta el día de hoy, los gobiernos europeos amparados en una especie de estupidez o complejo colectivo de lo "políticamente incorrecto", han permitido y permiten la inmigración descontrolada, la libertad religiosa, el "respeto" de ciertas costumbres ajenas a occidente, como las musulmanas, que son totalmente contrarias al respeto de la dignidad y de los derechos humanos, o cosas tan indignantes o insidiosas como que los musulmanes puedan edificar en Europa las mezquitas que deseen, pero ninguna otra religión (y especialmente la catálica) no puede construir ni una sola iglesia en un país musulman. Aquí se trata de que cuando los europeos u occidentales vamos a sus países, nos tenemos que adaptar a sus costumbres, y cuando ellos vienen aquí, también. Aquí radica la verdadera esencia del problema: se trata de imponer el islan en Europa y si alguién se niega a ello se invocan "los derechos humanos" o se "moviliza" la izquierda en manifestaciones contra el racismo. Y de esto nuestros gobernantes no se enteran o, lo que es peor, si se enteran no actuan. No se enteran que tenemos al enemigo en casa, en los mismos colegios y universidades a donde acuden nuestros hijos a estudiar, en nuestros trabajos, al lado de donde vivimos. No se enteran que el islan no es una religión, sino un criadero de terroristas y una forma de incitar al terrorismo y al odio entre los pueblos. Y que no me venga nadie con la "milonga" de que existe un "islan violento y terrorista" y un "islan moderado". El islan es el islan y quien no sepa de lo que se está hablando cuando se habla del islan que se lea el Coran y allí podrá ver su auténtica naturaleza. Por eso no cabe, como recientemente hizo Tony Blair, contemporizar con el islán "moderado", porque esa moderación del islan es una "moderación trampa" que durará mientras no reciba la orden, de alá o de alguién más terrenal, de convertirse en el "islan de las bombas" y decida quitarse la máscara de la moderación.

¿Y qué puede hacer Europa? Pues con filibusteros como ZP poca cosa. Ahora bien si quitamos a esperpéntos como este, Europa podría empezar por prohibir el islan en todo su territorio así como todas las costumbres islamicas y confiscar todas las mezquitas por ser el lugar donde se adoctrina y prepara a los terroristas. Y mientras nuestros gobiernos no corten de raíz con esta ideología los ciudadanos y ciudadanas europeos estaremos con la "espada de Damocles" sobre nuestras cabezas. Aquí no cabe el doble juego ni las medias tintas: o los vencemos o nos vencen. Así de simple.