En la anterior etapa del desgobierno socialista español presidido por Mister X (también conocido como Felipe González), éste decía que se enteraba de los casos de corrupcion, en los que estaba inmerso, por la prensa y por los medios de comunicación. Algo así le ocurre también al presidente brasileño Lula da Silva quien dice que se siente 'traicionado' por la corrupción en su partido, de la que asegura que 'nunca supo'.
Desde luego la existencia de gobiernos y políticos corruptos en Latinoamérica no es ninguna novedad, pero afirmar como hace este buitre de la miseria ajena que nunca supo nada de la corrupción en su partido es tanto como tomarnos por tontos al resto de los ciudadanos del mundo. Claro que esta clase de afirmaciones sólo son posibles en aquellos países gobernados por tiranos de la izquierda que jamás han creído en el Estado de Derecho ni en sus valores (lease Brasil, Venezuela, Cuba, España.... etc.) y para quienes su objetivo en política no es gobernar sino únicamente mantenerse en la poltróna gubernamental al precio que sea: mintiendo unas veces y asesinando otras.
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