
En la última semana el tren se ha acelerado, como lo evidencia los siguientes ejemplos:
• Los miembros del sindicato de la zona del hierro están siendo perseguidos y puestos en prisión por reclamar sus derechos. Es significativo que la persecución incluya a Ramón Machuca, un líder obrero simpatizante de Chávez. Como en el caso de Walter Martínez, el periodista de VTV, la “revolución” está moliendo a sus amigos.
• Las concesiones mineras han sido canceladas de un plumazo por el autócrata. Algunas empresas, como Cristallex, han visto sus acciones desplomarse en la bolsa, acusadas por Chávez de hablar y no construir (lo mismo de lo cual yo acuso a Chávez).
• Empresas como Polar y Heinz siguen en la mira del régimen.• Las invasiones de fundos y haciendas continúan. El 47% de las tierras sembradas de caña de azúcar en Yaracuy han sido invadidas. En Carabobo las mejores tierras han sido invadidas, con la complicidad de la Guardia Nacional. El caso de La Marqueseña, en Barinas, es trágico, tanto por tratarse de tierras que Chávez ha dicho que pertenecieron a sus ascendientes como por la extraña pasividad del dueño, lo cuál sugiere algún tipo de arreglo subterráneo.
• Las leyes para eliminar la educación privada y los servicios privados de salud están a la vuelta de la esquina.Chávez ha acelerado la conversión de un país democrático en una sociedad socialista y un estado fascista. Sigue las indicaciones de Fidel Castro, quien necesita ver la consolidación del eje socialista-fascista caribeño antes de su muerte. Sin embargo, la celeridad con la cuál avanza esta conversión ha causado reacciones negativas entre sus mismos acólitos. La popularidad de Chávez ha perdido más de 12 puntos en las últimas semanas y el país parece estar regresando al estado de efervescencia política y social que caracterizó el ambiente previo a la explosión democrática de Abril 2002. La oposición se está reunificando y se prepara para el corto plazo. Chávez los ve llegar y actúa lo más rápidamente posible para consolidarse como dictador.
Ya nada queda de las promesas de renovación democrática que inspiró Chávez en 1998. Ahora es solo un traidor, en las garras de Fidel Castro, entregándole como “dote” nuestro petróleo y nuestro dinero. Ha dilapidado miles de millones de dólares en fomentar la insurrección en otros países del hemisferio. Gutiérrez, ex presidente del Ecuador, lo acusa de haber financiado su derrocamiento. Sánchez de Losada, en Bolivia, lo acusa de haber apoyado los disturbios que provocaron su salida. Los terroristas vascos lo apoyan, así como lo apoyan los guerrilleros colombianos, los piqueteros argentinos y los cocaleros bolivianos. Se ha alineado con los dictadores más despreciables del planeta. Ha echado por la borda su legitimidad de origen al desconocer el mandato que recibió de sus electores.
Cuando llegue el momento Hugo Chávez será enjuiciado por los tribunales democráticos venezolanos por violador de la democracia y por haber entregado nuestra soberanía en manos de un sátrapa como Fidel Castro, a quien un pobre diablo postula, en estas mismas páginas, para el Premio Nóbel de la Paz de 2006.
Y es que los dictadores ejercen una gran fascinación para quienes tienen mentalidad de esclavos!
Gustavo Coronel
Noticiero Digital
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