Los aliados musulmanes de Rodríguez en su proyecto de Alianza de Civilizaciones resultan ser de una calaña preocupante. En Marruecos, el Gobierno persigue a un semanario por publicar testimonios sobre el harén de Hasán II y en Irán se ahorca a homosexuales en la plaza pública. Nos preocupa que Rodríguez se sienta más a gusto con los dirigentes de esas dictaduras que con ciudadanos españoles que disienten de su labor de gobierno.En Marruecos, hay asuntos que no se pueden tratar: la independencia del Sáhara Occidental, el patrimonio de la familia real, la corrupción, la forma monárquica del Estado... El medio de comunicación o el súbdito que vulnera esta regla, es castigado por los tribunales. El último en sufrir la censura marroquí ha sido el semanario escrito en lengua árabe ‘Al-Ayam’.
Según han informado las asociaciones de periodistas, la Fiscalía de Casablanca ha iniciado una investigación judicial sobre un reportaje publicado el 6 de noviembre por ‘Al Ayam’ que relata la vida de varias mujeres de los harenes de los sultanes Mohamed V y de Hasán II, en el que se aportan declaraciones sobre un trato humillante a las docenas de mujeres que los formaron.
La Fiscalía considera que el reportaje "constituye una violación a la ley por haber citado datos considerados como delitos por el código de prensa y el código penal". La policía judicial ha interrogado al director del semanario, a la periodista autora del reprotaje y a otras personas en relación con este asunto.
El trato que recibieron las mujeres que satisfacieron los deseos sexuales del padre y del abuelo del actual sultán fue propio de un folletín. Los marroquíes no conocen el rostro de la madre de los hijos de Hasán II. De esta mujer se desconoce hasta su destino después de la muerte de su señor.
El periodista Jean Pierre Tuquoi escribe en su libro ‘El último rey’ que Hasán II dispuso de una treintena de concubinas, a las que trataba como en el tiempo de los califas del siglo X: azotes, torturas, deportaciones, encarcelamientos... Incluso las obligaba a abortar si se quedaban embarazadas.
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