Notas:

27.9.06

LOS JUECES ESPAÑOLES ACEPTAN "APRENDER" DERECHO DE MARRUECOS



En Marruecos, una tiranía familiar vulnera los derechos de sus habitantes y de los saharauis, sometidos a ocupación. Pese a esta realidad innegable, el presidente del Tribunal Supremo y el fiscal general del Estado proponen la fundación de un Centro de Estudios Jurídicos en Granada, donde los jueces y fiscales españoles se relacionarán con sus iguales marroquíes.

¿Dónde pueden encontrar los jueces y fiscales modelos para sus carreras? ¿En Estados Unidos, donde sus homólogos tienen tal independencia y valor que procesan a políticos y empresarios y cuyos cargos no dependen del favor gubernamental ni de oposiciones? No, en Marruecos. La democracia española acepta que lecciones de una dictadura.

El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, su homólogo marroquí, Driss Dahak, y el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, propusieron el día 22 la fundación de un centro de estudios jurídicos en Granada (¿dónde sino?), como “lugar de encuentro” entre la cultura judicial europea, árabe e hispanoamericana.

La idea, nada casual, partió del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en la inauguración del IV Encuentro Judicial Hispano-Marroquí. La presentó como un “buen puente” entre civilizaciones, un vocabulario que recuerda a la Alianza de Civilizaciones de Rodríguez. Conde-Pumpido señaló que si bien la propuesta partía de un “sueño” que tuvo, éste podría “ser realidad con la colaboración de todos”.

Así, el presidente del Tribunal Supremo del Reino de Marruecos, Driss Dahak, indicó que España, por pertenecer a la Unión Europea, puede desempeñar un papel “muy importante” en el encuentro de dos culturas. “España puede integrar algunos valores árabes” (sic) en Europa. Cabe preguntarse qué valores árabes puede asimilar la vida europea: ¿la poligamia?, ¿la ley coránica?, ¿la ‘yihad’?, ¿la libertad de expresión?, ¿los crímenes de honor?

En Marruecos no hay justicia independiente. Los jueces y fiscales, como los ministros y los diputados, están sometidos a la voluntad del sultán. En Marruecos han sido multados varios periodistas por reproducir un reportaje de Minuto Digital y ningún juez ni magistrado ha amparado a los saharauis ni a las víctimas de la represión de Hasán II. El sultán Mohamed VI es tan cumplidor de la libertad de expresión, capital en Occidente, que retiró su embajador del Vaticano en protesta por el discurso que el Papa leyó en Ratisbona. ¿Qué pueden aprender los jueces y fiscales españoles de los marroquíes?, ¿a colaborar con la Policía política?

MINUTO DIGITAL

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