Los vecinos de Orxeta se oponen a que la imagen que preside el altar de la iglesia de San Jaime, la escultura religiosa de Santiago Apóstol, sea retirada del templo, tal y como reclama un supuesto ciudadano musulmán en una carta remitida al alcalde, Vicente Llinares Sellés.
En dicha misiva, firmada por Hasán Alí ben Zayyán ben Ibrahim y recibida por el primer edil de Orxeta el pasado lunes, se califica de “ofensiva para el Islam” la imagen de Santiago Matamoros al considerar que aparece montado a caballo pisoteando un musulmán. “Dicha imagen no favorece el diálogo entre nosotros, los creyentes en la sagrada religión predicada por nuestro profeta Mahoma, y ustedes, los seguidores de Jesús, a quien, por cierto, nosotros consideramos un gran profeta, el segundo después de Mahoma”, recoge la carta.
Por ello, el remitente considera que “debe ser retirada del altar mayor y sustituida por otra imagen más respetuosa”. En caso contrario, “pensaremos en un ataque directo al Islam semejante a las irreverentes caricaturas que los infieles antimusulmanes hicieron de nuestro santo profeta. Reflexione sobre todo esto”, indica la misiva.
Sin embargo, las amenazas no han conseguido amilanar al alcalde, quien resta importancia a la misiva, la cual tacha de “no muy seria”. El socialista Vicente Llinares la atribuye a la polémica generada en torno a las fiestas de Moros y Cristianos, cuya eliminación ha pedido algún representante musulmán.
“Yo no veo nada ofensivo en la imagen de Santiago Apóstol, una escultura que ha estado aquí, entre los orxetanos, toda la vida. Si de mí dependiera, no la quitaría. Muchos otros municipios cuentan con imágenes similares”, apunta la primera autoridad local de Orxeta. De hecho, la iglesia de la cercana localidad de Relleu, alberga la misma talla de la discordia
Y es que la decisión de asumir o no la petición incluida en la misiva no depende del Ayuntamiento de Orxeta, sino del Obispado, según recordó Llinares.
Preguntado por la decisión que tomará la Iglesia, el Obispado declinó ayer hacer algún tipo de declaración sobre este asunto.
No obstante, las amenazas y exigencias de Hasán Alí ben Zayyán ben Ibrahim han provocado un profundo malestar entre los vecinos de este pequeño municipio de la Marina Baixa. “La imagen lleva en esta iglesia toda la vida. Cuando nacimos ya estaba ahí. Que ahora venga alguien de fuera y nos diga que la quitemos, no nos parece bien. No nos gustaría que ahora nos la quitaran”, explica un grupo de vecinos.
Con 800 habitantes censados y un elevado porcentaje de extranjeros, Orxeta presume de ser un pueblo tranquilo donde “convivimos gente del pueblo con gente de fuera, con inmigrantes; no hay racismo ni intolerancia. Todos respetamos y queremos al párroco Juan, procedente de Ruanda. Esto es buena muestra de lo que decimos”, subrayan.
LAS PROVINCIAS
En dicha misiva, firmada por Hasán Alí ben Zayyán ben Ibrahim y recibida por el primer edil de Orxeta el pasado lunes, se califica de “ofensiva para el Islam” la imagen de Santiago Matamoros al considerar que aparece montado a caballo pisoteando un musulmán. “Dicha imagen no favorece el diálogo entre nosotros, los creyentes en la sagrada religión predicada por nuestro profeta Mahoma, y ustedes, los seguidores de Jesús, a quien, por cierto, nosotros consideramos un gran profeta, el segundo después de Mahoma”, recoge la carta.
Por ello, el remitente considera que “debe ser retirada del altar mayor y sustituida por otra imagen más respetuosa”. En caso contrario, “pensaremos en un ataque directo al Islam semejante a las irreverentes caricaturas que los infieles antimusulmanes hicieron de nuestro santo profeta. Reflexione sobre todo esto”, indica la misiva.
Sin embargo, las amenazas no han conseguido amilanar al alcalde, quien resta importancia a la misiva, la cual tacha de “no muy seria”. El socialista Vicente Llinares la atribuye a la polémica generada en torno a las fiestas de Moros y Cristianos, cuya eliminación ha pedido algún representante musulmán.
“Yo no veo nada ofensivo en la imagen de Santiago Apóstol, una escultura que ha estado aquí, entre los orxetanos, toda la vida. Si de mí dependiera, no la quitaría. Muchos otros municipios cuentan con imágenes similares”, apunta la primera autoridad local de Orxeta. De hecho, la iglesia de la cercana localidad de Relleu, alberga la misma talla de la discordia
Y es que la decisión de asumir o no la petición incluida en la misiva no depende del Ayuntamiento de Orxeta, sino del Obispado, según recordó Llinares.
Preguntado por la decisión que tomará la Iglesia, el Obispado declinó ayer hacer algún tipo de declaración sobre este asunto.
No obstante, las amenazas y exigencias de Hasán Alí ben Zayyán ben Ibrahim han provocado un profundo malestar entre los vecinos de este pequeño municipio de la Marina Baixa. “La imagen lleva en esta iglesia toda la vida. Cuando nacimos ya estaba ahí. Que ahora venga alguien de fuera y nos diga que la quitemos, no nos parece bien. No nos gustaría que ahora nos la quitaran”, explica un grupo de vecinos.
Con 800 habitantes censados y un elevado porcentaje de extranjeros, Orxeta presume de ser un pueblo tranquilo donde “convivimos gente del pueblo con gente de fuera, con inmigrantes; no hay racismo ni intolerancia. Todos respetamos y queremos al párroco Juan, procedente de Ruanda. Esto es buena muestra de lo que decimos”, subrayan.
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