El viernes pasado Tony Blair realizó en Downing Street unas declaraciones claras y contundentes respecto a la inmigración de origen musulmán: “Intégrense o no vengan”. Blair destaca el Independent, advertía a los inmigrantes que debían trabajar para integrase y si querían permanecer en Inglaterra debían aceptar las tradiciones británicas. “Adáptense a nuestra sociedad”, dijo el primer ministro, que también alertó sobre “una nueva y violenta forma de ideología asociada con una minoría de nuestra comunidad musulmana” y resumió su postura sobre “lo que significa ser británico”: “El derecho a ser diferente, conjuntamente con la obligación de integrarse”.
Blair también anunció lo que supone un cambio en las políticas sociales mantenidas hasta la fecha por los miembros de la Internacional Socialista, a la cual pertenece su partido. El gobierno laborista perfila recortes en las subvenciones a los grupos religiosos y las ONGs que se dedican a la atención y defensa de derechos de inmigrantes, de tal forma que exista la seguridad de que estas organizaciones “apoyan la integración en la sociedad británica de los grupos que defienden”. “No vale mantenerse al margen o combatir de boquilla al extremismo”, por ello Blair prevé un reequilibrio fundamental de nuestras relaciones con estas organizaciones. En el futuro, la estrategia de financiación y compromiso cambiará significativamente hacia aquellas organizaciones que están adoptando el papel de liderazgos proactivos en combatir el extremismo y defender nuestros valores compartidos en vez de fomentar el multiculturalismo.
Por ejemplo, “aquellas mezquitas que excluyen la voz de las mujeres tienen que revisar sus prácticas”, advertía el primer ministro británico en torno a los planes de la Comisión sobre Igualdad de Oportunidades para elaborar un informe sobre la discriminación de las mujeres en los centros religiosos islámicos.
Mientras en España se anuncia otra regularización masiva de ilegales encubierta, que podría afectar a más de 500.000, mediante la ficción de un arraigo social de los mismos, basado simplemente en su presencia en suelo español.
MINUTO DIGITAL
Blair también anunció lo que supone un cambio en las políticas sociales mantenidas hasta la fecha por los miembros de la Internacional Socialista, a la cual pertenece su partido. El gobierno laborista perfila recortes en las subvenciones a los grupos religiosos y las ONGs que se dedican a la atención y defensa de derechos de inmigrantes, de tal forma que exista la seguridad de que estas organizaciones “apoyan la integración en la sociedad británica de los grupos que defienden”. “No vale mantenerse al margen o combatir de boquilla al extremismo”, por ello Blair prevé un reequilibrio fundamental de nuestras relaciones con estas organizaciones. En el futuro, la estrategia de financiación y compromiso cambiará significativamente hacia aquellas organizaciones que están adoptando el papel de liderazgos proactivos en combatir el extremismo y defender nuestros valores compartidos en vez de fomentar el multiculturalismo.
Por ejemplo, “aquellas mezquitas que excluyen la voz de las mujeres tienen que revisar sus prácticas”, advertía el primer ministro británico en torno a los planes de la Comisión sobre Igualdad de Oportunidades para elaborar un informe sobre la discriminación de las mujeres en los centros religiosos islámicos.
Mientras en España se anuncia otra regularización masiva de ilegales encubierta, que podría afectar a más de 500.000, mediante la ficción de un arraigo social de los mismos, basado simplemente en su presencia en suelo español.
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