Hoy, 30 de Enero, Don “Ancho” Quintana está de efeméride. Se cumplen nada menos que 75 años del nombramiento de Adolf Hitler como Canciller alemán. ¡Gozosa noche aquella, en la que desde el balcón de la Presidencia de la República, y ante un terriblemente abatido Hindenburg, el recién nombrado Canciller arengaba a sus camisas pardas y negras y sellaba ya desde el principio el destino de todos los judíos europeos!.
Estruendosos gritos que coreaban el “sieg heil” acompañaron aquél glorioso momento, inspiración sin duda de todos los movimientos posteriores de tipo nacional-socialista que, como el que dirige Don “Ancho” hoy en Galicia, suspiran por la redención de una patria humillada por las vecinas potencias “extranjeras”.
Mientras tanto, Gran Bretaña y Francia desmantelaban cándidamente sus ejércitos. El “Plan Mc Donald” obligaba a Francia a reducir el número de soldados movilizados de 500.000 a tan sólo 200.000, a destruir toda su artillería pesada y limitó el número de aviones de combate que ambas potencias podían disponer a un máximo de 500. En la Universidad de Oxford, la Unión de Estudiantes aprobó una resolución el mismo año 1933 en la que se afirmaba que “en ninguna circunstancia esta entidad luchará por el Rey y la Patria”. Las democracias occidentales estaban hechidas de “pacifismo”.
¡Felicidades, Don Ancho, en este 30 de Enero en el que se cumplen 75 años de la subida al poder de un gobierno elegido democráticamente!. Como muy bien nos vienen repitiendo sus socios del PSOE desde hace cuatro años, no se puede cuestionar ni criticar lo que haga un gobierno cuya mayor seña de legitimidad es la de haber sido elegido democráticamente.
Por supuesto, a nadie interesa que ese gobierno, como cualquier otro que pueda salir de las urnas, esté obligado por la Constitución a someterse al principio de legalidad, al de jerarquía normativa, al de publicidad de las normas, al de irretroactividad, al de seguridad jurídica, al de responsabilidad y a la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
Tampoco importa una higa, como muy bien demostró el democrático Gobierno de Herr Hitler que hoy usted conmemora con entusiasmo, que esos mismos gobiernos tan legitimados por las urnas estén también obligados a promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos sean reales y efectivas; a remover los obstáculos que impidan esa realidad y efectividad y a facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida pública, incluso si hablan castellano.
Como nada de todo eso tiene importancia y ya ha sido debidamente dinamitado durante la presente legislatura, no me resta sino felicitarle en su celebración de hoy y enviarle mi más cordial saludo: ¡Sieg Heil!.
Rosas Blancas
Estruendosos gritos que coreaban el “sieg heil” acompañaron aquél glorioso momento, inspiración sin duda de todos los movimientos posteriores de tipo nacional-socialista que, como el que dirige Don “Ancho” hoy en Galicia, suspiran por la redención de una patria humillada por las vecinas potencias “extranjeras”.
Mientras tanto, Gran Bretaña y Francia desmantelaban cándidamente sus ejércitos. El “Plan Mc Donald” obligaba a Francia a reducir el número de soldados movilizados de 500.000 a tan sólo 200.000, a destruir toda su artillería pesada y limitó el número de aviones de combate que ambas potencias podían disponer a un máximo de 500. En la Universidad de Oxford, la Unión de Estudiantes aprobó una resolución el mismo año 1933 en la que se afirmaba que “en ninguna circunstancia esta entidad luchará por el Rey y la Patria”. Las democracias occidentales estaban hechidas de “pacifismo”.
¡Felicidades, Don Ancho, en este 30 de Enero en el que se cumplen 75 años de la subida al poder de un gobierno elegido democráticamente!. Como muy bien nos vienen repitiendo sus socios del PSOE desde hace cuatro años, no se puede cuestionar ni criticar lo que haga un gobierno cuya mayor seña de legitimidad es la de haber sido elegido democráticamente.
Por supuesto, a nadie interesa que ese gobierno, como cualquier otro que pueda salir de las urnas, esté obligado por la Constitución a someterse al principio de legalidad, al de jerarquía normativa, al de publicidad de las normas, al de irretroactividad, al de seguridad jurídica, al de responsabilidad y a la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
Tampoco importa una higa, como muy bien demostró el democrático Gobierno de Herr Hitler que hoy usted conmemora con entusiasmo, que esos mismos gobiernos tan legitimados por las urnas estén también obligados a promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos sean reales y efectivas; a remover los obstáculos que impidan esa realidad y efectividad y a facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida pública, incluso si hablan castellano.
Como nada de todo eso tiene importancia y ya ha sido debidamente dinamitado durante la presente legislatura, no me resta sino felicitarle en su celebración de hoy y enviarle mi más cordial saludo: ¡Sieg Heil!.
Rosas Blancas
3 comentarios:
Estas celebraciones son muy a propósito para retratar a la gentuza que no puede disimular la bajeza personal y la rastrera disposición a parasitar con la excusa de lo propio cuando sólo se apropian de lo ajeno.
Todo tirano acaba sucumbiendo e igual en Galicia les dura poco el espejismo a estos nazis de poca monta venidos a más por la traición alpargatera.
Lo mas terrorífico es que partidos de corte claramente fascista o nazi como el be ene ge o el pe ene uve o e erre ce sean capaces de sacar representantes parlamentarios en las elecciones, lo cual recuerda la forma en que Hitler fue elegido para gobernar Alemania. La historia del nazismo ya la conocemos pero algunos pueblos, como el español, por lo visto no hemos aprendido gran cosa de ella.
Quintana.....¿Más moderado que Tardá?
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