
En un mitin, al más puro estilo terrorista, celebrado en Ferrol, el pasado día 2 de febrero el presidente de la junta de Galicia, dijo que se está planteando recurrir a la Junta Electoral Central «para que regule el papel de los obispos en esto de la política», por si «el sábado de reflexión y el domingo de votación hubiera que prohibir o no las misas». Sí, sí, han leído bien: prohibir las misas. Este mamarracho todavía no se ha enterado que los curas y la Iglesia Católica no se presentan a las elecciones y que a pesar de ello, tienen todo el derecho, como así vienen haciendo en cada convocatoria electoral, a expresarse y a dirigirse a los católicos para darles una serie de orientaciones de carácter general entre las que no se incluyen el voto a ningún partido concreto.
Y ya que por lo visto la junta electoral general va regular "el papel de los obispos en esto de la política" estaría bien que también regulara el papel que juegan, en la campaña electoral, los islamistas y los etarras en "esto de la política", porque mucho me temo que sin el lapoyo de ambos en las próximas elecciones, los socialistas van pasar a mejor vida.
Aunque bien pensado, con talibanes como Touriño, ¿para qué queremos terrorismo islamista y etarra?
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