En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
4 comentarios:
Un gran libro de la literatura española, pero mi pasaje preferido es:
"Señores-dijo don Quijote-, vamonos poco a poco,pues ya en los nidos de antaño no hay pajaros hogaño.Yo fui loco y ya soy cuerdo;fui don Quijote de la Mancha y soy ahora,como he dicho,Alonso Quijano el Bueno.Pueda con vuestras mercedes me arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mi se tenía."
Todos tenemos en algun momento, nuestro lado de locura que hace que las personas nos vean de otra forma de la que realmente somos.
Eso es lo que más me atrae de la gente, tener la capacidad de ser locos y volver a la cordura.
Como dice la famosa frase de la película "Psicosis":Solo es que a veces se vuelve un poco loca, todos nos volvemos un poco locos a veces, ¿no es cierto?
Un abrazo de oso. LEZ
Observo que vuesa merced posee el don de la clarividencia sobre ciertas conjeturas verosímiles que se comentan por ahí sobre la locura.
Lastima os tengo señora de no poder corresponderos conforme merece vuestro gran valor y gentileza. Pero decidme: ¿acaso sois Dulcinea del Toboso?.
Jajajajaja, ya quisiera ser Dulcinea, si asi vos fuerais don Alonso Quijano el Bueno. ;)
Me encantó leer el libro, además no conozco mucha gente que se lo haya leido entero.
Un saludo.
LEZ
Ya me gustaría ser don Alonso Quijano, al menos él pretendía deshacer entuertos con su valeroso escudero.
Yo a veces tengo la sensación de que estoy haciendo el gili.
Saludos.
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