Notas:

7.6.08

MOZART. REQUIEM. INTROITUS

Dales Señor, el eterno descanso, y que la
luz perpetua los ilumine, Señor.
En Sión cantan dignamente vuestras
alabanzas. En Jerusalén os ofrecen
sacrificios. Escucha mis plegarias, Tú,
hacia quien van todos los mortales.
Dales Señor, el eterno descanso,
y que la luz perpetua los ilumine.


En contadas ocasiones el ser humano ha alcanzado la belleza y aunque Mozart hubiese vivido solamente para dejarnos el "Introitus" de su Requiem, le hubiese bastado para alcanzar lo sublime.

1 comentario:

Leznari dijo...

Precioso!!!!!
Saludos LEZ