Se cumple el centenario del nacimiento de Salvador Allende (26 de junio 1908-11 de septiembre de 1973). Personaje controvertido donde los haya, ha pasado a la historia como uno de esos iconos progresistas modelo de todas las virtudes y sin defectos. Sin embargo la investigación del personaje nos demuestra que esto no fue así.
Racista desde su juventud, sus ideas sobre el delito y la determinación racial de las personas han quedado patentes en el libro “Salvador Allende. Antisemitismo y eutanasia”, de Víctor Farias.
En esta obra se nos muestra como sus ideas raciales, sobre la delincuencia y lo que llamó lacras sociales, son más propias de un ideólogo nacionalsocialista que de un demócrata, etiqueta que le han adjudicado los progresistas de medio punto y que, desde luego, no le corresponde en absoluto.
Entre otras lindezas le corresponde la defensa de la desigualdad racial, de la predeterminación genética de los delincuentes, definidor de los revolucionarios como psicópatas peligrosos y partidario de penalizar legalmente la transmisión de enfermedades venéreas. (Continúa en La Nación)
Racista desde su juventud, sus ideas sobre el delito y la determinación racial de las personas han quedado patentes en el libro “Salvador Allende. Antisemitismo y eutanasia”, de Víctor Farias.
En esta obra se nos muestra como sus ideas raciales, sobre la delincuencia y lo que llamó lacras sociales, son más propias de un ideólogo nacionalsocialista que de un demócrata, etiqueta que le han adjudicado los progresistas de medio punto y que, desde luego, no le corresponde en absoluto.
Entre otras lindezas le corresponde la defensa de la desigualdad racial, de la predeterminación genética de los delincuentes, definidor de los revolucionarios como psicópatas peligrosos y partidario de penalizar legalmente la transmisión de enfermedades venéreas. (Continúa en La Nación)
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