La familia del periodista iraquí ya detenido, que insultó y tiró sus zapatos a George W. Bush denuncia "malos tratos en prisión" y que tiene varias heridas producidas por una paliza, que dicen, ha sufrido durante su detención. Lo que no ha quedado claro es si a Bush le ha costado más trabajo esquivar el zapato que le arrojó o el mal olor de los pies del subsodicho. Ahora que se vuelve a hablar de Guantánamo, a este descerebrado sinvergüenza deberían encerrarlo allí unos cuantos años para ver si se le quitaba la cochina costumbre de quitar sus asquerosos y mal olientes zapatos para arrojarlos a las personas. Bush, en un gesto que le honrra, no ha pedido, que se sepa, la silla eléctrica para este terrorista-periodista, todo un detalle para el político más poderoso del mundo.
Este asunto es idéntico al de los terroristas etarras de las Vascongadas que cuando son detenidos dicen que son torturados por la policía. Por lo que se ve, izquierdistas e islamistas cantan al unísono la misma canción.
Este asunto es idéntico al de los terroristas etarras de las Vascongadas que cuando son detenidos dicen que son torturados por la policía. Por lo que se ve, izquierdistas e islamistas cantan al unísono la misma canción.
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