Los agujeros negros de las televisiones públicas +
La remodelación de despachos, palacios y coches oficiales +
Tres millones de funcionarios +
Los modelitos de la Momia de Tutan Kamon (la Vice) +
La memoria sectaria histórica +
Los papeles para todos +
Los 17 reinos de Taifas, también conocidos como comunidades autónomas +
Las subvenciones públicas a los partidos políticos, sindicatos y patronal +
Los sueldos multimillonarios de todos y cada uno de los cargos públicos: presidentes, vicepresidente, ministros, consejeros, viceconsejeros y demás basura política +
3.300.000 parados de los que 1.200.000 no cobran ninguna prestación +
La deuda pública de todos los ayuntamientos +
980.000 afilidos menos a la seguridad social +
El regalo a los bancos de dinero público +
Varios miles de empresas y negocios quebrados y cerrados +
La subida de los recibos de la luz y del gas +
Los 1.500 millones de euros de Pepiño el de los Palotes +
Subidas generalizadas de todos los impuestos y creación de otros nuevos +
Cambios de sexo de maricones y similares +
8,3 millones de euros entregados a ayuntamientos etarras +
Esto no hay cuerpo que lo aguante, además a mí no me salen las cuentas.
Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra Patria han visto la luz pública en casi todos los países; las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad; la negación, o, por lo menos, la ignorancia sistemática de cuanto nos es favorable y honroso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte; las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ello en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad, y, finalmente, la afirmación contenida en libros al parecer respetables y verídicos y muchas veces reproducida, comentada y ampliada en la prensa extranjera, de que nuestra Patria constituye, desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas.
En una palabra, entendemos por leyenda negra la leyenda de la España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las represiones violentas; enemiga del progreso y de las innovaciones; o, en otros términos, la leyenda, que habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces, y más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional.
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