No puedo estar más de acuerdo, por supuesto yo en mi blog también lo he puesto por las nubes.
Ojala algun dia pusieran autobuses para ir a destrozar los bares de etarras, yo iria encantado. Si alguien sabe como poder apoyarle economicamente que l oponga aqui o en mi blog. www.nomecaben.blogspot.com
Un aplauso y todo mi apoyo para Emilio Gutierrez. Yo no comparto sus ideales, sabiendo que es socialista, pero tenemos una meta común: el final del terror en Vascongadas (me niego a llamarle país vasco). Pero quiero hacer una reflexión a todos: Este “héroe espontáneo” que ha salido a vengar la destrucción de SU propia casa, ¿lo hubiese hecho por algún vecino?. Lo dudo. En Vascongadas, la triste realidad es que obedecen al fenómeno de acción-reacción, sólo si “te tocan algo tuyo”. Recuerdo el todavía reciente asesinato del empresario Ignacio Uría y como sus compañeros de tute se reunieron como todos los días en la misma mesa, con la única diferencia de que fue otro quien ocupó el lugar del asesinado. Da que pensar, ¿no?. http://ricardo-eraseunavezespana.blogspot.com/2008/12/eta-asesina-tiros-en-uno-de-sus.html
La realidad de las Vascongadas (yo también me niego a llamarle país vasco) no solo se debe al fenómeno acción-reacción,como muy bien dices, sino también al fenómeno miedo, terror, pánico. Aquello no es una democracia, sino un regimen totalitario, terrorista y genocida y como tal reaccionan los vascos, con mucho miedo, mucho terror y mucho pánico y muchas veces aunque se dejan la vida en ello rara vez son capaces de reaccionar y coger una maza y empezar a destrozar antros como éste. Al margen de su ideología, que creo que en este caso es una anecdota secundaria, lo que hay que admirar de este hombre es que haya sido capaz de romper ese miedo y ponerse a repartir estopa contra esos hijos de puta del nacionalsocialismo vasco. Yo solo me quedo con esto. Un saludo
Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra Patria han visto la luz pública en casi todos los países; las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad; la negación, o, por lo menos, la ignorancia sistemática de cuanto nos es favorable y honroso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte; las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ello en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad, y, finalmente, la afirmación contenida en libros al parecer respetables y verídicos y muchas veces reproducida, comentada y ampliada en la prensa extranjera, de que nuestra Patria constituye, desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas.
En una palabra, entendemos por leyenda negra la leyenda de la España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las represiones violentas; enemiga del progreso y de las innovaciones; o, en otros términos, la leyenda, que habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces, y más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional.
4 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo, por supuesto yo en mi blog también lo he puesto por las nubes.
Ojala algun dia pusieran autobuses para ir a destrozar los bares de etarras, yo iria encantado.
Si alguien sabe como poder apoyarle economicamente que l oponga aqui o en mi blog.
www.nomecaben.blogspot.com
Yo también me apunto.
Un aplauso y todo mi apoyo para Emilio Gutierrez.
Yo no comparto sus ideales, sabiendo que es socialista, pero tenemos una meta común: el final del terror en Vascongadas (me niego a llamarle país vasco).
Pero quiero hacer una reflexión a todos:
Este “héroe espontáneo” que ha salido a vengar la destrucción de SU propia casa, ¿lo hubiese hecho por algún vecino?. Lo dudo.
En Vascongadas, la triste realidad es que obedecen al fenómeno de acción-reacción, sólo si “te tocan algo tuyo”.
Recuerdo el todavía reciente asesinato del empresario Ignacio Uría y como sus compañeros de tute se reunieron como todos los días en la misma mesa, con la única diferencia de que fue otro quien ocupó el lugar del asesinado.
Da que pensar, ¿no?.
http://ricardo-eraseunavezespana.blogspot.com/2008/12/eta-asesina-tiros-en-uno-de-sus.html
La realidad de las Vascongadas (yo también me niego a llamarle país vasco) no solo se debe al fenómeno acción-reacción,como muy bien dices, sino también al fenómeno miedo, terror, pánico. Aquello no es una democracia, sino un regimen totalitario, terrorista y genocida y como tal reaccionan los vascos, con mucho miedo, mucho terror y mucho pánico y muchas veces aunque se dejan la vida en ello rara vez son capaces de reaccionar y coger una maza y empezar a destrozar antros como éste. Al margen de su ideología, que creo que en este caso es una anecdota secundaria, lo que hay que admirar de este hombre es que haya sido capaz de romper ese miedo y ponerse a repartir estopa contra esos hijos de puta del nacionalsocialismo vasco.
Yo solo me quedo con esto.
Un saludo
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