Jan Hendrik Weissenbruch, cuyo nombre de pila era Hendrik Johannes, nació en el seno de una familia de artistas de la que él y su primo Jan (1822-1880) fueron los principales representantes. Para distinguirle de su primo, que tenía casi la misma edad y pintaba con técnica lisa y colores brillantes -sobre todo paisajes de ciudades-, a Jan Hendrik también se le conocía como «de vrolijke Weiss» (juego de palabras que significa «la melodía alegre»).
Al principio de su carrera, Weissenbruch recibió clases de dibujo de Johannes Löw durante tres años. Después fue discípulo del pintor de decorados Bart van Hove (1790-1880) y asistió a clases nocturnas en la Academia de La Haya. En 1849, dos años después de que el pintor celebrara su primera exposición, el Teylers Museum de Haarlem adquirió uno de sus paisajes panorámicos. Sin embargo, aquel éxito temprano no duró mucho tiempo. A pesar del prestigio logrado entre sus colegas, no consiguió el reconocimiento público hasta finales de la década de 1880.
Durante ese período intermedio, Weissenbruch pasó de ser un pintor característico del Romanticismo holandés a ser uno de los mejores representantes de la Escuela de La Haya. Sus vivos paisajes de dunas dieron paso a unas impresiones atmosféricas de los pólderes holandeses en los que el artista prestaba especial atención a la representación de los cielos nublados y las masas de agua. Los hermosos paisajes al óleo y acuarela fueron pintados, casi sin excepción, con pincelada suelta y tenue paleta.
El artista encontraba su inspiración en los alrededores de la ciudad en la que residía, La Haya, y en Haarlem. Con el paso de los años fue ampliando su campo de trabajo a Gouda, Boskoop, Delft y Schiedam. A partir de 1875, Weissenbruch volvió con regularidad a los húmedos parajes de los alrededores de Nieuwkoop y Noorden. Tan sólo viajó al extranjero una vez. En compañía de su amigo, el marchante J. Slagmulder, visitó la Exposition Universelle de París en el año 1900 y realizó una excursión a Barbizon, donde pintó, entre otras cosas, la casa de Millet.
Weissenbruch dio clases a Theophile de Bock (1851-1904), Victor Bauffe (1849-1921) y Jan Heppener (1826-1898).
Al principio de su carrera, Weissenbruch recibió clases de dibujo de Johannes Löw durante tres años. Después fue discípulo del pintor de decorados Bart van Hove (1790-1880) y asistió a clases nocturnas en la Academia de La Haya. En 1849, dos años después de que el pintor celebrara su primera exposición, el Teylers Museum de Haarlem adquirió uno de sus paisajes panorámicos. Sin embargo, aquel éxito temprano no duró mucho tiempo. A pesar del prestigio logrado entre sus colegas, no consiguió el reconocimiento público hasta finales de la década de 1880.
Durante ese período intermedio, Weissenbruch pasó de ser un pintor característico del Romanticismo holandés a ser uno de los mejores representantes de la Escuela de La Haya. Sus vivos paisajes de dunas dieron paso a unas impresiones atmosféricas de los pólderes holandeses en los que el artista prestaba especial atención a la representación de los cielos nublados y las masas de agua. Los hermosos paisajes al óleo y acuarela fueron pintados, casi sin excepción, con pincelada suelta y tenue paleta.
El artista encontraba su inspiración en los alrededores de la ciudad en la que residía, La Haya, y en Haarlem. Con el paso de los años fue ampliando su campo de trabajo a Gouda, Boskoop, Delft y Schiedam. A partir de 1875, Weissenbruch volvió con regularidad a los húmedos parajes de los alrededores de Nieuwkoop y Noorden. Tan sólo viajó al extranjero una vez. En compañía de su amigo, el marchante J. Slagmulder, visitó la Exposition Universelle de París en el año 1900 y realizó una excursión a Barbizon, donde pintó, entre otras cosas, la casa de Millet.
Weissenbruch dio clases a Theophile de Bock (1851-1904), Victor Bauffe (1849-1921) y Jan Heppener (1826-1898).
El texto explicativo es del Museo Thyssen.
Las imagenes son de aquí
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