
Eranse una vez dos principitos muy republicanos, progres y de izquierdas que vivían en el reino de Zapaterolandia. Un buen día los principitos deciden viajar a la taifa del terrorismo islámico que está lejos, muy lejos, allá por los Emiratos Árabes Unidos y al entrar en una casa de putas, también conocida como mezquita, los principitos se descalzan y la princesita se cubre la cabeza.
Moraleja 1: el miedo es libre.
Moraleja 2: ¿y esto lo sabe Aído?
Y colorin, colorado, esta historia se ha acabado
2 comentarios:
Sera por aquello que dicen en nuestra tierra: donde fueres haz lo que vieres y Leticia no quiso ser menos que quien estaba allí...
Saludos
Con hongos, van a volver con hongos, y no se recuperarán porque entre esa insalubre costumbre de pisar alfombras colectiva y el "republicanísimo hábito" de la vela y los reales pinrreles todo el día húmedos ya me contarán ustedes...
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