El término rey deriva de regir, como sacerdote de sacrificar. No rige el que no corrige. El nombre de rey se posee cuando se obra rectamente, y se pierde cuando se obra mal. De aquí aquel proverbio que corría entre los antiguos: "Serás rey si obras con rectitud, si no obras así, no lo serás..." (S. Isidoro, Etimologías, 9, 3, 4).
23.2.10
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