Aquí algunos creen que solamente ellos o ellas están legitimados para insultar a diestro y siniestro, especialmente si eres de izquierdas, maricón o tortillera. Seguro que a éste que además de ser un hijo puta también es un pedazo de maricón, nadie le dirá nada por lo que ha dicho. Criticar hoy a esta subespecie humana es motivo para que alguien te acuse de homofobia, pero a mí me importa un huevo. Las cosas hay que llamarlas por su nombre al margen de las definiciones oficiales. Luego se quejan de que la gran mayoría de la sociedad no los quieran ver ni en pintura.
20.2.10
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