La demagogia populista del pp no tiene límites y sueltan la primera ocurrencia que se les viene a la mente.
El anuncio a bombo y platillo de que la Espe va quitar a los sindicatos 2.000 liberados en Madrid es pura charlataneria. Está claro que no sabe de qué habla.
Los liberados sindicales de Madrid como los de cualquier otra ciudad no son el resultado de la generosidad del político o del empresario de turno sino del Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Libertad Sindical, que es donde se regula su funcionamiento y existencia, ambas leyes orgánicas y por tanto aprobadas en el congreso de los diputados. Cualquier modificación que se tenga que hacer en dichas leyes tiene que pasar necesariamente por el parlamento, no por el deseo de quitar o poner de Esperanza Aguirre, que en este caso no es nada ni nadie.
A mí tampoco me gustan los liberados sindicales, subespecie de parasitos sociales que viven del trabajo ajeno sin dar un palo al agua y al margen de la realidad de su centro de trabajo. No se me ocurre ninguna fórmula de medias tintas para deshacernos de ellos ya que se han fosilizado de tal manera en las empresas y en la administración que para quitárnoslos de encima sería necesario modificar ambas leyes orgánicas y hacer desaparecer de la vida laboral a los aproximadamente 300.000 vagos y maleantes sindicales que hay en España. Lo demás es hablar por hablar, como hace Esperanza Aguirre.
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