Qué valiente es el heredero Rajoy. Un mes después de los incidentes y a agua pasada ha decidido ir a Melilla hacer no sé que cosa de "analizar la situación".
Qué bien puestos los tiene, con políticos así da gusto. Sabe dar la cara en el momento oportuno es decir, nadar y guardar la ropa. Pero qué cobarde, que poca cosa, que falta de principios que falta de vitalidad y de convicción.Y luego hay por ahí quien dice que este tío es de derechas, sí claro, tiene lo mismo que yo de izquierdas.
Si Rajoy logra heredar el (des) gobierno algún día, que Dios nos coja confesados y el que sepa rezar, ya puede ir empezando, los primeros los de Ceuta y Melilla.
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