Mira que es difícil que en Santiago no llueva, es difícil ir a Santiago y que alumbre un sol radiante en un cielo azul, es difícil porque Santiago es como es por el agua y la lluvia a pesar que el Imbécil ha dado ordenes expresas de que el clima tiene que cambiar. Pero cuando Benedicto XVI puso el pie en tierra del Apóstol dijo: "hágase la luz"..., y la luz se hizo en Santiago.
Ya decía yo que este Papa tenía algo especial, tiene el don de hacer milagros y además no respeta las ordenes ministeriales sobre cambio mariconeo climático laicista. ¿No os parece eso un milagro?
Rodríguez, el Imbécil pacifista redomado de tomo y lomo, se escapó de dominguero a las trincheras de la guerra de Afganistan a fingir que el asunto de "las tropas" le preocupaba y de paso hacerse una foto para salir en el no-do, aunque es vox populis que huyó por pánico, al sentir al Papa tan cerca. Rodríguez es muy valiente pero en cuanto le aprietas un poco, corre como una puta.
Tendremos que pedir al Santo Padre que traslade la sede Papal del Vaticano a Santiago de Compostela. En las actuales circunstancias por las que atraviesa España, el cesaropapismo quizás sea la única forma de librarnos del Imbécil.
1 comentario:
Completamente de acuerdo... Santiago y cierra España!!
Publicar un comentario