No es un personaje ficticio o de un comic, aunque puede causar la impresión que se ha escapado de algún tebeo, pero es de carne y hueso, real como la vida misma.
Me lo encuentro todas las mañanas cuando voy a trabajar y he decidido bautilizarlo como "Gabardino, jefe de negociado", porque es lo que mejor lo define. Chaparro y rechoncho, no mide más de 1,60, y calculo que su peso debe ser de unos 70, 80 kilos, tiene una expresión vivaracha, se nota que es feliz y que está contento, aunque esto último me resulta difícil de entender dado lo que marca el reloj a esas horas de la mañana. Sus pies son similares a los de un oso y es lo que más destaca cuando lo tienes cerca, pero cuidado, podría pensarse que es un tipo torpe y de movimientos lentos. Nada más lejos de la realidad. Corre como una liebre, su caminar es parecido al de un deportista de marcha, y resulta difícil, por no decir imposible, hacerle una maniobra de adelanto cuando lleva varios metros de ventaje. Los pocos días en los que yo voy "en cabeza", siempre logra adelantarme, con sobresalto incluido, dada la velocidad que desarrolla mi amigo "Gabardino, jefe de negociado". Yo no es que tenga especial interes en llegar primero o segundo y tampoco me interesa la competición y menos a esas horas de la mañana, pero él lo lleva en la sangre y se nota que es un corredor de fondo, un maratoniano, necesita adelantar a todo el mundo, estar siempre en cabeza. Tendríais que verlo porque es un "visto y no visto"
Lo de "jefe de negociado" ya os podeis imaginar porqué es. Sí, sí, es funcionario, lo tiene escrito en la cara, en los gestos, en las ganas que le pone al caminar para llegar pronto a su despacho de funcionario para sentarse y empezar a dar ordenes y dirigir el cotarro (aunque si quereis que os diga la verdad, me da la impresión de que en su casa no debe mandar gran cosa por eso acude raudo y veloz al trabajo para desahogarse). Es una rata de archivo, un escribiente, un burócrata nato, un DIN-A4 con dos patas. No tengo ninguna duda de que es funcionario de los de despacho, de esos de los de "vuelva usted mañana", o de los que avisan cuando te falta "la póliza", se nota que genéticamente ha nacido con el despacho incluido, o en un despacho, y con la oposición aprobada de funcionario bajo el brazo y además es "jefe de negociado" pues un personaje así ¿qué otra cosa podría ser".
Va siempre con una gabardina tan completa como el contenido a dos dedos por encima de los tobillos, de vez en cuando se hace acompañar de un paraguas y entonces la estampa es perfecta cuando lo oteo allá a lo lejos. Los días que hace el viaje más tranquilo pone las dos manos, con el paraguas incluido, hacia atrás, donde la espalda ya no es espalda y eso ya es el no va más. Cuando lo veo caminar así me da la impresión que estoy en mi cama soñando o que estoy viviendo en otra dimensión, en un mundo paralelo y en cierto modo es así, porque al margen del personaje no me olvido que esto es Zapaterolandia.
Alguna vez he pensado en acudir a un gimnasio para entrenar y ponerme cachas para así estar a su nivel y poder seguirlo una mañana y descubrir dónde trabaja y de qué, pero no creo que sea conveniente. Prefiero seguir viendolo como lo que es, uno de los varios personajes con los que me encuentro cada mañana cuando voy a trabajar. ¡ Qué país, qué personajes !
No hay comentarios:
Publicar un comentario