En todas las profesiones hay delincuentes: hurtan el sastre, el tejedor, el zapatero, el médico y cirujano, el boticario, el mercader, el notario y escribano, el abogado y procurador, el letrado, el droguero y otros mercaderes, el tabernero, el carnicero, el tesorero, el alguacil, el cortesano, el perfumero, el clérigo, el religioso, el predicador, el ciego, el mendigo...Pero como no hay regla general que no tenga su excepción, podemos excluir del número de ladrones toda la gente de buena conciencia, cuales son lacayos, palafreneros, cocineros, corchetes, el carcelero y sus mozos, alcahuetes, truhanes y putas.
Del libro: "La desordenada codicia de los bienes ajenos" (1616)
Carlos García.
Mucho ha cambiado España desde el siglo diecisiete. Ahora no hay excepción a la regla que decía don Carlos García. Ahora la delincuencia se ha institucionalizado y los ladrones son elegidos democraticamente en unas elecciones. Menudo nivel hemos adquirido. Casi nada.
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