Notas:

10.3.11

SOCIALISTA, PROGRESISTA Y EXPLOTADOR. TODO EN UN SOLO IMBÉCIL

Trabajaba en casa de Sonsoles y José Luis unas seis horas al día y ni me hicieron contrato ni me dieron de alta en la Seguridad Social. Me pagaban en negro”. Con esta contundencia se expresa Isabel Laranjeira, portuguesa de 48 años que lleva casi tres décadas en España trabajando, principalmente como empleada del hogar.

José Luis Rodríguez Zapatero había dado la sorpresa al ganar las primarias del PSOE del 22 de julio de 2000 y convertirse en secretario general del partido imponiéndose a José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez. El entonces diputado del Congreso por León trasladó su residencia a la capital, concretamente a un elegante dúplex de la urbanización Eurogar de Las Rozas, en la zona noroeste de Madrid, un enclave para gente de alto poder adquisitivo.

En el verano de 2001 Isabel trabajaba en la casa de una amiga de Sonsoles Espinosa, que fue quien las puso en contacto. “Yo cobraba 800 pesetas a la hora, pero como Sonsoles me necesitaba muchas horas y de lunes a viernes, lo rebajamos a 500 pesetas”, relata la trabajadora. Isabel, según su testimonio, trabajaba una media de 120 horas mensuales y la casa del matrimonio Zapatero era su única ocupación (dejó las otras viviendas que llevaba), por lo que sus empleadores estaban obligados a darla de alta en la Seguridad Social, al superar las 80 horas mensuales que dicta la ley. Fuentes de La Moncloa aseguran en cambio que Isabel no cubría el cupo de horas que marca la ley para obligar al alta.

Aquí lo cuentan todo.

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