Así como el socialismo necesita a los ricos y poderosos para poder negarlos, también los ateos necesitan a Dios para decir que no existe, pero todo es de mentira: el socialismo niega la riqueza y a los ricos por pura envidia y los ateos porque se creen dioses.
Los ateos son tal porque Dios existe, sino no tendrían siquiera esa condición de ateos.
A los socialistas y progresistas les ocurre algo parecido con los ricos y poderosos porque basan su ideología en las más bajas y ruines pasiones humanas.
1 comentario:
El socialismo odia el dinero, hasta que lo consigue. Lo propio del socialista es la hipocresía descarada.
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