Claro que en estos casos siempre hay quien dirá que soy yo el que tiene la culpa de estas cosas, soy yo el culpable de decir que los maricones son enfermos y también soy culpable de que sean los propios maricones quienes se automarginen creando guetos para vivir separados del resto de los mortales. De todas estas cosas tengo yo la culpa. También soy culpable de que los maricones pongan en Málaga su primer geriátrico español solo y exclusivamente para maricones y mariconas. Ellos se automarginan, se separan, se creen especiales y crean sus propios antros, pero luego la culpa la llevamos los demás.
Un psiquiatra, por favor.









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