Ni las protestas de los funcionarios son tales, ni los indignados son reales, ni los recortes de Rariano son recortes. Aquí media España engaña a la otra media. Todo es apariencia, virtualidad, y mucho fingir un mundo que nada tiene que ver con la realidad, lo mismo que las vacas locas, la gripe a, el cambio climático o que Cataluña o Vascongadas son estados o naciones. Una trola.
A poco que uno indague en medio de tanto charlatan de feria, se da cuenta que todo es mentira. No son los funcionarios los que protestan sino unos tíos que están liberados y que en su vida han dado un palo al agua. Los indignados son los hijos azotacalles de tres o cuatro multimillonarios que llevan la doble vida de revolucionarios de día y contrarrevolucionarios de noche. Y lo del socialista Rariano no tiene nombre, recorta pero no recorta, hace como que está haciendo una poda en el estado pero siguen los mismos despilfarros y derroches de toda la vida.
En fin, conmigo que no cuenten.
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