No existe nada nuevo bajo el sol. Lo que ahora llaman crisis ya lo vivieron nuestros antepasados allá por el siglo diecinueve. Entonces como ahora la administración española se encontraba en bancarrota y entonces como ahora se hizo pagar por ello a quienes menos culpa tenían.
La desamortización de Mendizabal fue la herramienta perfecta de devastación masiva de la propiedad con la que los especuladores del poder, como el conde de Toreno, desmantelaron multitud de iglesias, conventos, monasterios, comunidades y fundaciones religiosas. Se trataba de arruinar y empobrecer todavía más a la socidad española a base de triquiñuelas legales y subterfugios políticos con lo que se abono el terreno a los estraperlistas y usureros de toda índole.
En fin, nada nuevo, todo viejo. Lo que más me exaspera es que los españoles no somos capaces de aprender de nuestra propia historia. Así nos va.
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