En mi último viaje a Ávila he ido en busca de la tumba de Torquemada y no la encontré, al parecer los gabachos, con Napoleón al frente, se encargaron de hacer desaparecer sus restos cuando invadieron nuestra Patria.
Debo ser el único español a quien le resulta positiva y beneficiosa la labor realizada por este insigne benefactor y defensor de España y sus valores, de ahí la idea de rendirle mi personal homenaje y agradecerle todo el trabajo que ha realizado como inquisidor general y que tanto nos ha conformado como personas y como Nación.
Con la desaparición de la inquisición la plaza de Inquisidor General sigue vacante y ya es hora que convoquen una oposición o por el sistema de libre designación, pero que alguien ocupe el puesto.
Gracias Torquemada.
4 comentarios:
Me apunto.
Contigo ya contaba.
Lo que hay que leer, si tu amigo Torquemada viera lo que hace un ordenador, fijo que los prohibía y a quienes los hubieran usado los acusaría de judaizantes, herejes y similares. Y por supuesto, tu, como autor de un blog, serías candidato fijo a ser asado en una plaza a la vista de la ciudadanía, perdón, populacho, que en tiempos de Torquemada el concepto de ciudadanía también habría sido quemado en la hoguera.
Menos mal que vino alguien con dos luces y eliminó del mapa esa aberración, que pena que el Sr. Napoleón no se hubiera quedado 50 años más, que diferente sería España.
Que alguien en el siglo XXI alga alabanzas a Torquemada, es como si un judío de Jerusalén se hiciera neonazi.
Un saludo
Amen.
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