Todos nos tenemos que morir, es ley de vida. Siempre se van los mejores (y los peores). Es una pérdida irreparable (o si). Tenía sus rarezas, pero era una gran persona (y también un sinvergüenza). Tenía un carácter un tanto especial, (pero los que le conocían bien sabían que era una gran mala persona).
No somos nadie, la vida es así, hasta los maricones se tienen que morir y de hecho se mueren bien muertos aunque se crean dioses e inmortales o aunque crean que eso de morirse sólo es cosa de fachas o de franquistas.
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