España es la nación más tolerante y condescendiente del mundo. Tanto es así que a veces uno puede llegar a pensar que los españoles confundimos la tolerancia y el respeto a los demás con la flojera, la dejadez, la holgazanería, la pereza o con la vaguería. Aspiramos a un grado tal de tolerancia que nos pasamos al extremo opuesto y en eso estamos.
En España se tolera y se permite todo género de animaladas y atrocidades que un ser humano pueda llegar a imaginar para más tarde convertirlas a través de la indolencia, la apatía, o la desidia en actos normales sin que nadie se escandalice ni alborote. No tenemos moral ni conciencia, individual ni de grupo, nos vale todo especialmente si lo dicen ciertos personajes. Disponemos de unas buenas tragaderas. Desconocemos la empatía, la lástima, la piedad con las víctimas del terrorismo y de otros crímenes, con quienes sufren por tener su vivienda ocupada y pierden su propiedad, con quienes tienen un familiar con una enfermedad rara que no cubre la sanidad pública, pero sin embargo vemos normal que se utilice el dinero público para el cambio de sexo, el aborto o la eutanasia, vemos normal que desde el gobierno se este fomentando un proceso revolucionario, golpista, criminal y violento en donde paso a paso se van suprimiendo nuestras libertades individuales o que los que antes se dedicaban a descerrajarle la cabeza de un tiro a cualquier español que les daba la espalda ahora los admitimos sin rechistar como gente merecedora de respeto hasta el grado de que les ofrecemos formar parte de las instituciones, todo eso es normal y está muy bien porque ante todo y sobre todo somos gente tolerante y respetuosa.
Además tenemos una tendencia muy clara a la perdida de memoria. En España la memoria la fija y la dicta el gobierno a golpe de decreto para señalarnos aquellas cosas que tenemos que recordar y rememorar y cuales otras estamos obligados a olvidar. Por ejemplo las víctimas del virus las recordamos pero solamente hasta un determinado número de personas fallecidas, porque ha dicho el gobierno en la televisión que “no nos podemos pasar de muertos por el virus”. Somos tan tolerantes y tenemos tal carencia de memoria que ya se nos han olvidado, porque así lo ha fijado el gobierno, los muertos del 11M de 2004 y menos recordamos que hace poco hemos vivido una guerra civil provocada por los mismos que ahora forman parte del gobierno, luego la conclusión es simple, toleremos de nuevo a los mismos que han provocado la guerra civil para provocar otra guerra civil. Somos unos fenómenos en cuanto a tolerancia.
Si es que ya lo decía San Agustín: “A fuerza de verlo todo, se termina por soportarlo todo; a fuerza de soportarlo todo, se termina por tolerarlo todo; a fuerza de tolerarlo todo, terminas aceptándolo todo; a fuerza de aceptarlo todo, finalmente lo aprobamos todo.”









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