El ayuntamiento de Sevilla autorizó la construcción de la mezquita más grande de Europa sobre nada más y nada menos que 6.000 metros cuadrados de terreno municipal en el barrio de Bermejales.
Los vecinos asisten atónitos a la cesión del terreno porque no entienden cómo se concede tanto suelo público en un barrio que carece de instituto, de centro cívico o de centro comercial, demandas todas a las que el Ayuntamiento responde que no puede atender por falta de espacio y dinero.
El promotor de la mezquita de Sevilla es el español Malik Abderramán Ruiz, un converso al Islam que dirige la Comunidad Islámica en España y ya ha construido en Granada la mezquita del barrio del Albaicín.
La Mezquita de Sevilla está financiada por un país no democrático que establece el Islám como la religión oficial. Un monarca absoluto, el Sultán del Emirato de Sharjah (emirato integrado en los Emiratos Árabes Unidos y uno de los pocos países que reconocía como legítimo el régimen integrista de los talibanes de Afganistán) financia con petrodólares la construcción de la futura mezquita de Sevilla.
La construcción de la mezquita ha llevado a los vecinos del barrio de Los Bermejales, lugar donde se ubicará el templo, a rechazar la construcción de la que será la mezquita más grande de Europa. La asociación vecinal Bermejales 2000 lleva meses oponiéndose a la cesión gratuita de los terrenos que ha hecho el Ayuntamiento de Sevilla –gobernado por una coalición entre PSOE e IU–, aunque hasta ahora sus esfuerzos han sido baldíos.
Lo único que han recibido por parte del Ayuntamiento, después de prometerles en falso que el templo islámico no tendría más capacidad que la parroquia del barrio –según explican los vecinos, «la mezquita que tendrá una capacidad para siete mil personas, más de las que caben en la catedral»–, ha sido acusarles de «racismo» por oponerse a la cesión de seis kilómetros cuadrados de suelo público que se niegan para otros servicios que requiere la zona.
Desde la asociación Bermejales 2000 se quejan de que el barrio carece de instituto, de centro cívico o de centro comercial, demandas que sostienen desde hace tiempo y a las que el Ayuntamiento responde insistentemente que «no puede atender por falta de espacio y dinero». A esto se añade el problema de la inseguridad ciudadana que podría representar, junto con la devaluación del suelo de la zona. Los vecinos temen que Los Bermejales «se convierta en un barrio marginal».
Pero a los mandatarios socialistas y comunistas les trae sin cuidado todo ello. Tachando de racistas, xenófobos o insolidarios a quienes se oponen a sus objetivos, lo han resuelto todo. Pero en esta ocasión no se trata de los ricos ni de la derecha. En esta ocasión se les ve el plumero más que nunca.
(Este artículo ha sido publicado por Gotión: "La lucha del guerrero del Antifaz contra los sarracenos continúa")
1 comentario:
La pena es que estas cosas no salen en ningun noticiario, se ocultan sistemáticamente por los medios polanquiles...y la derecha, como siempre, dormida ante estos sucesos....Este es un pais de pandereta, todo vale, menos el sentido comun...
Un saludo antizETAp-193
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