Las Fallas atemorizadas por el Islam.
Numerosos artistas falleros han retirado de sus escenas aquellos ninots que representaban personajes musulmanes o cualquier otra referencia a la cultura o la religión islámica, por miedo a la reacción de los musulmanes. El Maestro Mayor del Gremio de Artistas Falleros, José Latorre, pidió prudencia y recordó que se deben respetar las creencias y si en el Islam no se representa a Mahoma pues no pone.
Pese al tradicional carácter satírico con que estos monumentales artificios para el fuego tratan los temas de actualidad del año, lo cierto es que la autocensura ha impuesto la exclusión de cualquier temática crítica con el Islam, pese a la rabiosa actualidad de la cuestión.
El responsable de prensa del gremio, Vicente Lorenzo, hijo, coincidía con las afirmaciones del maestro mayor y afirmó, sobre si alguien podría incluir en alguna escena al profeta, que «no sé exactamente lo que hace cada uno pero no creo que haya habido tiempo para incluir alguna figura porque los acontecimientos son recientes. Las fallas no son ni deben ser el medio para entrar en ese tema». ¿Y por qué si en otros? nos preguntamos.
Por su parte la Junta Central Fallera decidió dar libertad a los artistas para la autocensura, una vez que dos artistas falleros retiraran los ninots de musulmanes de sus monumentos ante el temor a represalias similares a las desatadas por las célebres viñetas de Mahoma. El Gremio Artesano de Artistas Falleros valencianos, a través de su portavoz, Manuel Algarra, acusó a los medios de comunicación de llevar a los autores de diversas fallas a "autocensurarse" por generar "una excesiva alarma social" en relación con las posibles ofensas a la religión islámica.
Por su parte la vicepresidenta del centro Cultural Islámico de Valencia, Amparo Sánchez, manifestó que «se ha generado una polémica donde no la hay», pues asegura que la comunidad musulmana «nunca se ha sentido ofendida por la sátira y el humor sano de las Fallas». A su modo de ver, el asunto se ha desorbitado de forma deliberada y ha sido objeto de manipulación, «algo que no beneficia a nadie porque en este tema cuanto menos ruido se haga, mejor».
Lo cierto, es que la inclusión de elementos musulmanes, ha sido una tradición fallera desde sus inicios. Los ninots de “moros” han estado presentes en todas las ediciones sin que hasta el momento nadie reparase en ofensa alguna. Entro otras cosas, porque el espíritu fallero dista tanto de la intención ofensiva como la libertad de expresión de la censura. Por desgracia la coacción violenta orquestada desde el mundo musulmán da sus frutos y nuevamente coarta la libertad en Occidente, que reprime su propia identidad por puro miedo.
MINUTO DIGITAL
Pese al tradicional carácter satírico con que estos monumentales artificios para el fuego tratan los temas de actualidad del año, lo cierto es que la autocensura ha impuesto la exclusión de cualquier temática crítica con el Islam, pese a la rabiosa actualidad de la cuestión.
El responsable de prensa del gremio, Vicente Lorenzo, hijo, coincidía con las afirmaciones del maestro mayor y afirmó, sobre si alguien podría incluir en alguna escena al profeta, que «no sé exactamente lo que hace cada uno pero no creo que haya habido tiempo para incluir alguna figura porque los acontecimientos son recientes. Las fallas no son ni deben ser el medio para entrar en ese tema». ¿Y por qué si en otros? nos preguntamos.
Por su parte la Junta Central Fallera decidió dar libertad a los artistas para la autocensura, una vez que dos artistas falleros retiraran los ninots de musulmanes de sus monumentos ante el temor a represalias similares a las desatadas por las célebres viñetas de Mahoma. El Gremio Artesano de Artistas Falleros valencianos, a través de su portavoz, Manuel Algarra, acusó a los medios de comunicación de llevar a los autores de diversas fallas a "autocensurarse" por generar "una excesiva alarma social" en relación con las posibles ofensas a la religión islámica.
Por su parte la vicepresidenta del centro Cultural Islámico de Valencia, Amparo Sánchez, manifestó que «se ha generado una polémica donde no la hay», pues asegura que la comunidad musulmana «nunca se ha sentido ofendida por la sátira y el humor sano de las Fallas». A su modo de ver, el asunto se ha desorbitado de forma deliberada y ha sido objeto de manipulación, «algo que no beneficia a nadie porque en este tema cuanto menos ruido se haga, mejor».
Lo cierto, es que la inclusión de elementos musulmanes, ha sido una tradición fallera desde sus inicios. Los ninots de “moros” han estado presentes en todas las ediciones sin que hasta el momento nadie reparase en ofensa alguna. Entro otras cosas, porque el espíritu fallero dista tanto de la intención ofensiva como la libertad de expresión de la censura. Por desgracia la coacción violenta orquestada desde el mundo musulmán da sus frutos y nuevamente coarta la libertad en Occidente, que reprime su propia identidad por puro miedo.
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