Notas:

4.4.06

LA POLICÍA OCULTA AL MAGISTRADO DEL OLMO UN INFORME QUE RELACIONA A LA BANDA ETA CON "EL CHINO"





TERRORISMO ISLAMISTA / La nota informativa fue elaborada tras los atentados del 11-M y remitida a la Comisaría General de Información / Se indica que los etarras facilitaron droga al islamista para comprar explosivos

La Policía oculta al magistrado Del Olmo un informe que relaciona a la banda ETA con 'El Chino'

ANTONIO RUBIO

MADRID.- «El primo de El Chino, persona ésta de la que se desconoce cualquier otro dato, salvo que vive en la zona de Carabanchel Bajo [se refiere a un barrio de Madrid], como ya se ha reflejado con anterioridad, comentó con otros individuos de raza árabe, hallándose presente el informador en dicha conversación, que la banda terrorista ETA se encuentra detrás de la comisión de los atentados acontecidos el pasado día 11 de marzo de 2004, al haber entregado cantidades de droga para que éstos a su vez pagaran al individuo que facilitó los explosivos».

Ese es uno de los puntos, el último, que figura en una nota informativa elaborada por la Policía pocos días después de los atentados del 11-M y que llegó hasta la Comisaría General de Información, cuyo jefe actual es el comisario Telesforo Rubio.

La nota informativa en cuestión todavía no ha llegado hasta el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, a pesar de que el magistrado Juan del Olmo dictó el pasado día 16 de marzo un auto solicitando a la Dirección General de la Policía que se le remitieran todas las pruebas, informes, minutas o notas informativas existentes relacionadas con los atentados del 11-M.

EL MUNDO ha conseguido esa nota, elaborada con posterioridad a los atentados del 11-M en virtud de las informaciones facilitadas por un ex socio de Jamal Ahmidan, El Chino, en asuntos de narcotráfico.

Omar, que es el nombre en clave del ex socio y colaborador de El Chino, también informó de que el jefe del comando terrorista tenía un apartamento en el pueblo cántabro de Laredo; de que Abdelilah el Foual el Akil, mano derecha de El Chino, tenía una vivienda en Torrejón de Velasco, y de que los documentos falsos de Jamal Ahmidan se lo proporcionaba un chileno, Alejandro Navarrete Tarifeños.

Todos esos puntos, a excepción del intercambio de droga por explosivos entre ETA y El Chino, han sido verificados y documentados por este periódico. El apartamento de Laredo estaba en la calle de Costa Rica y era la base de operaciones de Ahmidan en el País Vasco; Abdelilah tenía una casa en el pueblo de Torrejón de Velasco y Navarrete manipulaba y falsificaba la documentación belga que conseguía El Chino.

Se da la circunstancia de que en la actualidad el primo de El Chino, Hicham Ahmidan, está detenido en Marruecos, motivo por el que ha sido imposible poder verificar sus confidencias al informante de la Policía, el también marroquí Omar.

Otro de los documentos o notas informativas que está en posesión de EL MUNDO y que todavía no han llegado al sumario (de momento, no aparecen en los tomos de los que el juez ha levantado el secreto) son las fichas internas elaboradas por la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) sobre el confidente conocido por Cartagena.

Las informaciones que hacen referencia a El Chino, a su casa de Laredo y a sus supuestos contactos con ETA están reflejadas en una nota informativa, sin fecha, en la que se indica cómo se ha recogido la información y quién es la persona que la aporta: «A través de un ex componente de la banda de Jamal Ahmidan, alias El Chino, se ha tenido conocimiento de los siguientes extremos».En esta nota se reflejan seis puntos y se hace un repaso a la vida y contactos de Jamal Ahmidan, El Chino, durante los últimos años.

En el primero de esos puntos, se indica el nombre y número de los hermanos que tiene el jefe del comando terrorista y dónde viven. En el segundo ya se pormenoriza cuáles son los lugares que utiliza Ahmidan para preparar sus acciones: «El Chino ha dispuesto siempre de una casa en Laredo (Cantabria), de la que se ignora cualquier otro dato, pero el informador sabría llegar hasta ella dado que ha estado en dicho lugar en varias ocasiones».

En ese mismo punto también se indica quiénes eran los socios de Jamal Ahmidan: «Ese domicilio era muy frecuentado tanto por El Chino como por su mano derecha, Abdililah el Faoual, al igual que por individuos de la misma nacionalidad, y donde al parecer preparaban futuras actuaciones delictivas».

La casa de Laredo, como ya ha publicado este periódico [ver EL MUNDO de 8 de enero de 2006], era utilizada por El Chino y su banda como base de operaciones en el País Vasco.

En otro de los apartados de la nota se refleja que Abdililah el Faoual ya fue detenido con anterioridad (diligencias 56.436 de 23 de marzo de 2000) y que en su pasaporte, marroquí con el número K-800616, se indicaba su domicilio: «Una vivienda en la localidad madrileña de Torrejón de Velasco, lugar éste donde podrían encontrarse evidencias de los preparativos de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004».

La nota informativa policial también concreta que El Chino fue detenido en las mismas diligencias que El Faoual y que «aportaba como identidad una carta de identidad belga con número 088001814194».Jamal Ahmidan volvió a utilizar documentación belga falsa, cuando pocos días antes de los atentados del 11-M trasladaba los explosivos desde Asturias a Madrid y fue multado por la Guardia Civil de Tráfico con motivo de una infracción.

Los policías que elaboraron la nota informativa sobre El Chino van aún más lejos cuando concretan quién es la persona que facilita documentación falsa a Jamal Ahmidan y su banda: «Teodoro Alejandro Navarrete Tarifeños, nacido en Santiago de Chile el 10 de septiembre de 1931». Y, por último, facilitan el domicilio del falsificador en Madrid.

Pero el punto o apartado que más llama la atención de la nota informativa, que figura en sexto y último lugar, es el que se refiere a las supuestas relaciones que mantenía Jamal Ahmidan con la banda ETA. Omar recuerda que fue Hicham Ahmidan quien le contó que El Chino tenía relaciones con ETA y que esta banda terrorista facilitó al islamista droga para comprar explosivos.

En la primera semana del pasado mes de marzo, y tras publicar EL MUNDO que El Chino tenía un apartamento en Laredo, Del Olmo citó a declarar al colaborador marroquí de la Policía y le ofreció la posibilidad de convertirse en testigo protegido. Omar, además, fue una de las personas que verificó que el terrorista que aparecía en el vídeo de reivindicación de los atentados leyendo el comunicado era Jamal Ahmidan, El Chino. El segundo de los informes policiales que no está incorporado en su totalidad en el sumario que instruye el juez Del Olmo sobre los atentados del 11-M (de momento, no aparece en los tomos sobre los que se ha levantado el secreto) es el que hace referencia al confidente Cartagena.

Cartagena, colaborador de la Policía y del CNI, informó a sus controladores con más de un año de antelación que un grupo de islamistas tenía la intención de hacer la yihad en territorio español y marroquí. Este marroquí, que ejercía de imam en el pueblo madrileña de Villaverde, también informó a la UCIE de que el grupo de radicales donde había logrado infiltrarse estaba formado entre otros por Rabei Osman, El Egipcio (detenido en Italia como autor intelectual del 11-M); Serhane ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino (que se suicidó en el piso de Leganés con el resto del comando); Mohamed Larbi ben Sellam (que huyó a Marruecos) y Mustafá Maimouni, cuñado de El Tunecino que en la actualidad está encarcelado en Marruecos por los atentados de Casablanca.Todas esas informaciones facilitadas por Cartagena durante casi año y medio -desde octubre de 2002 a febrero de 2004- a sus controladores policiales están reflejadas en unas notas informativas internas de la UCIE que van numeradas desde la uno a la 12, más una complementaria con la anotación: «Reunión 21/02/2004».

Parte de esa información está recogida en el Juzgado de Instrucción número 5, que dirige el juez Grande-Marlaska, en el caso de la operación Nova, por el intento de atentado contra la Audiencia Nacional. Del Olmo reclamó parte de esa información al entonces titular del Juzgado, Baltasar Garzón, pero sólo le llegó de forma parcial e incompleta. El magistrado espera que en los próximos días, ya han transcurrido 19 desde que dictó el auto solicitando todo tipo de pruebas a todas las comisarías de España, le lleguen algunas de las informaciones del 11-M que han sido ocultadas u omitidas. Mientras tanto, la desazón e inquietud sube enteros en la Comisaría General de Información, que está dirigida por el comisario Telesforo Rubio, por si algunas de las pruebas que lleguen al Juzgado Central de Instrucción número 6 deja en evidencia la investigación.

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