Hoy, cuando iba camino al trabajo, me llamó la atención un mirlo que, cantando con una "voz" poderosa, estaba posado en lo alto de un árbol. Estaba el tío bastante entusiasmado y centrado en su labor. No sé cual sería el motivo que allí le tenía entonando su poemas de rimas y vocabulario, desconozco qué cosas estaría diciendo, pero entre canto y canto se oía allá a lo lejos, en otro árbol, la respuesta de un congénere suyo que daba cumplida respuesta a todo cuanto mi mirlo decía, por lo que deduje que la conversación debía ser muy importante, tan importante que me tuvo embelesado unos minutos a su lado a pie de árbol, a pesar de que yo no soy mirlo, sin que a él le importase demasiado mi presencia allí.
No acostumbro a pasar todos los días bajo aquel árbol, pero a partir de mañana prometo hacerlo porque la sensación de oir algo así a ciertas horas de la mañana, no tiene precio.
24.3.09
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2 comentarios:
Precioso ZP, ojalá yo encontrara un mirlo como tu, y me pare a escucharle cantar, como el tuyo que seguro que te lo dedicó a ti para que tuvieses un día relajado y bonito.
Un beso.
LEZ
Este mirlo no cantaba para mi.
Yo ya he encontrado otro mirlo, un "mirlo blanco" que me canta y alegra todos los días y tiene mejor voz.
Un saludo.
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