LA PESTE

Facebook es la peste, no la porcina, sino la de la tonteria y el rebaño humanos. Si no estás anotado en esa cosa no te consideran nada ni nadie. "Me agregas", "te agrego", esa es la moda. La moda de no hablarle a quien tienes a tu lado todos los días y la moda de decirle las cosas mediante el Facebook. Es la moda de la incomunicación en la sociedad de la comunicación. Todo mejor a través del ordenador o del telefono movil, que ni sienten ni padecen. Qué cercano está todavía aquello de "en tu casa o en la mía", cercano para quienes no hemos sido capaces de comulgar con las ruedas de molino de cierta clase de relaciones virtuales que no virtuosas.

Facebook es el objetivo de la vida de quien agrega o es agregado, se sustituye el trato personal y directo por una clave y una contraseña. Se trata que hablen de uno aunque sea diciendo tonterias, darse a conocer al mundo decir "aquí estoy yo", "soy el más guay", resulta luego que ese "yo" es una piltrafa, un ignorante, un don nadie, o peor todavía, alguien incapaz de decir a quien tiene a su lado dos palabras seguidas que sean coherentes y lógicas. Hay que escapar de uno mismo, y de los demás, de los demás se puede, de uno mismo, imposible. Huir, huir. Se busca en Facebook lo que se tiene a diario delante de los morros pero se es incapaz de ver. Se ha gestado una nueva generación de individuos frustrados, una nueva realidad virtual. Luego nos quejamos de los viajes siderales y virtuales de los zapateros y los rajoys. Ellos son la expresión de lo que hay por ahí.

Debo ser el único fulano del universo que no he sido "Facebookado", prefiero el trato directo con la gente y no me gustan las modas, porque de eso va esto. El día que se ponga de moda comer mierda, ésta se pagará a precio de oro, pero yo seguiré sin comerla. ¡¡ Que le voy hacer, algún defecto tenía que tener!!.